Centro de desintoxicación en Málaga

Pastillas para funcionar. La adicción a los fármacos puede convertir tu vida en una auténtica pesadilla. Hoy hablamos sobre los pasos para dejar de tomar benzodiacepinas. 

 

Cómo dejar de tomar benzodiacepinas

Afrontar la adicción a las benzodiacepinas es complicado porque el paciente las ve como una ayuda a sus problemas. Recetadas para muchos tipos de dolencias y trastornos, además de otros usos, dejarlas se hace cuesta arriba. A continuación te contamos qué puedes hacer para dejar de tomar benzodiacepinas. 

 

Tomar conciencia

Ya no son un fármaco para ti. Las ves como una ayuda para tus problemas, pero se han convertido en el problema. Es complicado pensar que algo que te recetó el médico es una adicción equiparable a la de un adicto a la cocaína o a la heroína. 

¿Cómo voy a dejar de tomarlas si me lo mandaron para la depresión? 

Surgen muchas preguntas y miedos. No las ves como una adicción a las drogas. Pero hay que tratarlas como tal. Hay que concienciarse de qué es la adicción a estas pastillas:

  1. Tomarlas mal, mezclando diferentes tipos o tomando más dosis si un día se olvida la prescrita. 
  2. Abusar de ellas, tomar dosis muy superiores a las iniciales.
  3. Usarlas sin prescripción. Usar medicamentos cuando uno quiere no cura nada. 
  4. O mezclarlas con alcohol u otras drogas. Es una forma imposible de curarse de nada.  Al contrario, lo que hacen es empeorar el estado general del paciente. 

 

Señales para alarmarse

  • Te sientes peor. No están funcionando como tratamiento para los dolores de espalda, la enfermedad o el trastorno para el que fueron prescritas. El estado en general no es bueno. Puede que estés días en cama, sin querer levantarte porque has tomado demasiadas pastillas y estás todo el día medio dormida. 
  • Tienes picos. Días en los que parece estar perfectamente. O incluso demasiado bien y otros muy mal. Esos lo ves todo muy negro. Pero siempre el arsenal de botes de fármacos danzando por la casa. 
  • Siempre te aseguras de tener tus pastillas. Piensas en ellas constantemente. 
  • Te da ansiedad si piensas que se van a acabar o llevas tiempo sin poder tenerlas. 
  • Haces lo que sea para conseguirlas. Mentir a los médicos, manipularlos acudiendo a varios, inventarte dolencias o insomnio. 
  • Falsificar recetas o comprarlas ilegalmente es un indicio clave. 
  • Los cambios de humor son drásticos. Estará muy triste o alegre sin motivo.
  • Te dices que tomas más porque no te has acordado de si las tomaste. Y a veces es verdad, ya que que provocan fallos de memoria. Pero muchas otras no es excusa. 
  • Te aumenta la irritabilidad o te pones hasta agresivo. 
  • Te embriagas rápidamente al mezclarlas con un poco de alcohol, ya que el efecto de se dispara. Es muy peligroso mezclarlas con alcohol porque ambas son depresoras del sistema nervioso central. Puede llevar a la muerte. 
  • Has tenido algún accidente doméstico por no estar consciente ni despierto. Hay días que pasas somnolencia diurna. 
  • Has sufrido accidentes y problemas por tener las funciones cognitivas dañadas y por los estados de intoxicación.

Es una enfermedad progresiva y llegará un momento en que el paciente crea que sólo puede vivir porque toma esas pastillas. Que puede hacer sus actividades y cumplir sus obligaciones sólo por esos medicamentos. Es el autoengaño que subyace a la enfermedad de la adicción. 

En realidad, están infelices, depresivos, desmotivados, sin ganas, inestables, con la autoestima por los suelos, y si no han llegado aún, los pensamientos de suicidio llegarán.

 

Acudir al especialista

Una vez aparecida la adicción, la prioridad es desintoxicarse y abandonar el consumo de benzodiacepinas. Es común confundir el síndrome de abstinencia con ansiedad.

A veces es difícil que acepten ir. Sin embargo, acudir al médico es un paso. Se puede usar la excusa de que mínimo, ese tratamiento no les funciona. Hay que ir a cambiarlo.

 

 

Hacer un tratamiento que incluya

  • La desintoxicación. Es el primer paso. El síndrome de abstinencia es muy peligroso. No se puede interrumpir el consumo prolongado de benzodiazepinas por decisión y cuenta propia. Nunca de forma brusca, provoca reacciones gravesLa forma más recomendable de interrupción del consumo es la reducción gradual de la pauta de benzodiacepinas. Se puede además experimentar un aumento de los síntomas de ansiedad o efecto rebote. Por tanto, hay que retirarlas de manera lenta y gradual. Debe realizarse bajo supervisión médica. 
  • Después, realizar un tratamiento psicológico que cubra la etapa de deshabituación y de rehabilitación. Un método de psicoterapia individual y si es posible, también en grupo para mantener la abstinencia y conseguir una completa recuperación. Es aconsejable un método para:
    • Recibir educación sobre la enfermedad. 
    • Ayuda para motivarse.
    • Conocer los estímulos que desencadenan el deseo de consumir.
    • Aprender a identificar las situaciones de riesgo y los estados emocionales.
    • Deshabituarse de la conducta adictiva. Romper el patrón de consumo.
    • Cambiar la forma de pensamiento distorsionado.
    • Saber prevenir una recaída.
    • Aprender métodos alternativos para afrontar y reducir la ansiedad y el insomnio. 

El  paciente aprenderá todo esto con:

  • La asistencia a las terapias 
  • Siguiendo una rutina 
  • Cambiando los hábitos
  • Haciendo actividades terapéuticas
  • Aplicando técnicas de relajación 
  • Practicando ejercicio o deporte
  • Cumpliendo pequeños objetivos que marquen los profesionales
  • Apoyándose en la familia. 

Es difícil estabilizar a estos pacientes, pero posible. Hay que abordar un tratamiento de recuperación de drogodependencias para dejar de tomar benzodiacepinas. 

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Autor

Llámanos