En el alcoholismo, el alcohol y la depresión son dos elementos que van de la mano en esta enfermedad. Ya no solo se cuenta con las enfermedades que el exceso de alcohol provoca en el adicto, sino el peligro que supone sufrir una depresión.
La mayoría de las veces padecer un trastorno depresivo es una situación que se agrava o es provocada por el propio abuso de alcohol, sin embargo, sus síntomas tienden a una mejoría en pocas semanas, una vez que el paciente ha efectuado el proceso de desintoxicación y empieza con el proceso de recuperación.
Relación entre depresión y alcoholismo
Beber alcohol de forma continuada y en exceso produce trastornos afectivos incluso en personas que nunca han sufrido depresión llegando a producir estados depresivos graves que pueden ser transitorios si no se tienen antecedentes depresivos o empeorar los ya existentes en caso de existir depresión previa.
En cualquier caso, el comportamiento de una persona alcohólica no puede controlarse o mejorarse sin la intervención de profesionales especialistas en adicciones. La ayuda al alcoholismo es necesaria para superar los dos tipos de trastornos.
Alcohol y depresión: hay que saber que…
No existen estudios que demuestren que los trastornos depresivos puedan ser la causa del alcoholismo, sin embargo, para efectuar un diagnóstico diferencial entre un trastorno depresivo inducido por el alcohol y un trastorno depresivo primario es importante explorar la historia personal y familiar, fobias anteriores al consumo, trastornos afectivos previos al consumo, ansiedad de separación en la infancia, o antecedentes familiares de trastorno bipolar o depresión.
Alcoholismo y suicidio
Es importante señalar que los dos trastornos mentales que con mayor frecuencia se asocian al suicidio son la enfermedad depresiva y el alcoholismo. La posibilidad de suicidio entre los alcohólicos es de 60-120 veces mayor que en la población general.
Es significativo también, el dato de que en cualquier país cuando aumentan las ventas de alcohol, también lo hacen el número de suicidios y de homicidios.
Dado el riesgo potencial de suicidio que existe en este perfil de paciente, es importante buscar la atención profesional adecuada sin pérdida de tiempo.
Depresión y recuperación
Por otra parte, cabe mencionar también el hecho de que la depresión puede formar parte de la recuperación de cualquier adicción. Los problemas con el alcohol se superan trabajando los hábitos del adicto y, una parte de ellos es dejar de tener relación con aquellas personas que propician ese consumo. Puede ser un proceso doloroso.
Sin embargo este proceso produce mayores satisfacciones a medio y largo plazo que perduran en el tiempo, con efectos sobre la abstinencia más duraderos y con efectos sobre la autoestima aún mayores. Esto es muy importante destacarlo pues la esperanza de recuperar la felicidad es real.
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