Centro de desintoxicación en Málaga

Consumir marihuana tiene unos riesgos para la salud y para la vida del fumador de porros. No es una sustancia inofensiva para el organismo. En el artículo de hoy vamos a presentar cuáles son las principales consecuencias de fumar porros. 

 

Consecuencias de fumar porros

Abusar del cannabis tiene riesgos nocivos para la salud física y mental. Está relacionado con la aparición de síntomas depresivos y otras enfermedades. Dificulta resolver los problemas y enfrentarse a la vida. A continuación te hablamos de las consecuencias que provoca el fumar porros. 

 

1. Vivir en la adicción es un trastorno

El día a día de una persona con un adicción a los porros discurre entre intoxicaciones, síndromes de abstinencia, problemas en su entorno y el trastorno que agrava el encontrarse así. 

Un adicto queda diseñado para drogarse porque la dependencia le causa esa necesidad. De esta manera, su vida se convierte en una espiral de comportamientos y rituales que tienen como único objetivo obtener y consumir esta droga. Esto ocasiona modificaciones de la conducta.

 

 

2. Intoxicación

El adicto a los porros fuma frecuentemente, durante todo el día, por lo que está casi siempre intoxicado. Vive bajo los efectos de la sustancia y si no, del síndrome de abstinencia.

Someter al cerebro a procesos psicoactivos continuamente, ya que duran un par de horas, aumenta el trastorno.  

Los efectos directos son: 

  • Euforia, bienestar y aumento de la percepción. Acompañado de taquicardia.
  • Fase de aturdimiento y somnolencia. 
  • Pérdida de la noción del tiempo.
  • Se altera la percepción del espacio.
  • Enlentecimiento psicomotor.
  • Aumento en la estimulación sensorial.
  • Se ven inmediatamente afectadas la capacidad de concentración, de atención y la memoria. 
  • Puede dar, sobre todo los primeros consumos, locuacidad y risa fácil. 
  • Aumento del apetito, atracones de comida. 

Estos efectos pueden variar según el tiempo de concentración de THC, el estado psicológico que tenga la persona a la hora de consumir, su personalidad, los estímulos medioambientales o el contexto en el que tome la sustancia. 

El problema se agrava porque un adicto psicológicamente ya no está bien, con lo cual los porros van a ponerle peor y va ser más irritante, sin los resultados esperados.

No hay una “sobredosis mortal” como conocemos con otra drogas, pero sí es cierto que fumar mucho o debido a las altas concentraciones de THC, puede provocar ataques de pánico, ansiedad, síntomas paranoides, alucinaciones visuales y suspicacia. 

Este tipo de intoxicación está presente en un gran porcentaje de asistencia a urgencias hospitalarias.

 

3. Malestar del síndrome de abstinencia

Los síndromes de abstinencia no sólo se dan cuando alguien se somete a una desintoxicación, sino que también se dan entre un porro y otro porque los tiempos en la dependencia se acortan. 

 Puede incluir los siguientes síntomas: 

  • Irritabilidad, nerviosismo, agresividad, insomnio, pérdida de apetito, ansiedad, ánimo deprimido 
  • Y síntomas físicos como dolores de cabeza, temblores, sudoración, espasmos o dolor abdominal.

El adicto fuma más para aliviar ese malestar.

 

 

4. Enfermedades vinculadas al consumo de porros

Se ha demostrado que origina las siguientes patologías: 

  • En el aparato respiratorio:
    • Un riesgo de cáncer de pulmón, sobre todo si se fuma mezclado con tabaco que es habitual.
    • Riesgo de cáncer de laringe, faringe y otros.
    • Bronquitis obstructiva.
  • A nivel endocrino:
    • Disminuye la fertilidad y las hormonas sexuales.
    • Alteración de la respuesta al estrés.
  • El síndrome amotivacional. Caracterizado por:
    • Pasividad
    • Apatía
    • Desmotivación
    • La falta de entusiasmo y  energía 
    • Empobrecimiento afectivo
    • Incapacidad para desarrollar planes consistentes de futuro. 

Puede permanecer tiempo después de haber dejado el consumo

  • Trastornos que desarrolla: bipolar, depresión, intentos suicidas, distorsión de la realidad, neurosis (como la histeria) y manía.
  • Esquizofrenia. Empezar a fumar a edades tempranas y el abuso incrementa el riesgo de padecer psicosis:
    • En pacientes sin antecedentes. Es un factor de riesgo para desarrollar un trastorno psicótico a lo largo de la vida. 
    • En pacientes con enfermedad psicótica diagnosticada agrava los síntomas y la evolución del trastorno psicótico.
  • Causa déficits neuropsicológicos. Tiene efectos crónicos en el cerebro y en la actividad intelectual afectando:
    • El lenguaje y la comunicación
    • La memoria 
    • El funcionamiento ejecutivo y el proceso de la información.
    • La atención 
    • La toma de decisiones
    • Por tanto, la capacidad de aprendizaje y la agilidad mental 
  • Riesgo de politoxicomanía. Una vez desarrollada una adicción, el consumidor tiende a sustituir con otras drogas. Es muy frecuente el consumo de porros y alcohol. Las consecuencias negativas se agravan por el efecto de los demás tóxicos. 

 

5. La adicción puede acarrear otros tipos de problemas

Complicaciones causadas por el estado estado psicológico que provoca el consumo de porros y también por el deterioro cognitivo. Por ejemplo: 

  • Familiares. Causa incomunicación familiar. Junto con el aislamiento dificultan la convivencia.
  • Legales
  • Accidentes de tráfico
  • Pérdida del empleo por mal rendimiento o por accidentes laborales

 

Si necesitas ayuda tanto para ti como para un ser querido con una adicción a los porros, ponte en contacto con nosotros. La primera visita al centro es completamente gratuita, en ella estudiaremos tu caso incluyendo a tu familia. Recuperarse de las drogas requiere de voluntad y trabajo en equipo.

 

adicto a los porros

 

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Llámanos